Principios de Saint Lazare

Nuestra lucha diaria contra la miseria, la pobreza, el hambre, la exclusión y las enfermedades está fundada sobre los siguientes principios:

 

La salud es un estado de bienestar físico, mental social y espiritual y no solamente la ausencia de males o enfermedades.

 

La salud es un derecho fundamental de cada ser humano, sin distinción de raza, religión, creencia política o estado social o económico.

 

La salud de todas las personas es fundamental para la paz y la seguridad y depende enteramente de la cooperación entre individuos y estados.

 

Para que cualquier estado, pueblo o grupo tenga éxito en la lucha por la salud, la inclusión social y la integridad espiritual es beneficiosa para toda la humanidad.

 

Desigualdades de desarrollo – tanto en estados, pueblos, grupos religiosos, como en términos de la lucha por la salud y el control de enfermedades, especialmente las enfermedades transmisibles y contagiosas – son peligrosas.

 

La lucha por la salud de los niños es primordial y exige la capacidad de vivir en armonía en un entorno cambiante.

 

El desarrollo de la salud de cualquier pueblo es dependiente de estar informado, y recibir los beneficios del conocimiento médico, psicológico y espiritual.

 

Saint Lazare y sus asociados aceptan responsabilidad por garantizar la salud de cualquier persona envuelta en cualquiera de sus proyectos. Esto se puede conseguir sólo garantizando su bienestar físico, mental, social y espiritual.

 

La Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén se compromete a llevar a cabo actividades caritativas, humanitarias y espirituales a través del mundo. Cada uno de los miembros está obligado a ayudar a su vecino, aquellos en necesidad, los enfermos y los ‘rechazados’ por la sociedad.

 

La OSLJ debe traer esperanza a aquellos que están inundados por la miseria, a aquellos que mueren de hambre, a aquellos que están olvidados y devastados por la enfermedad y a las víctimas de la barbarie humana.



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